Yo nunca dije que él robaba dinero.
Es una oración en que podemos comunicar diferentes significados dependiendo de lo que enfatizamos al leerla en voz alta. Por ejemplo, es distinto decir:
Yo nunca dije que él robaba dinero. (pero quizás qué otras cosas robaba el muy zarrapastroso)
Yo nunca dije que él robaba dinero. (se lo ganaba, se lo encontraba, o era simplemente un mantenido)
Yo nunca dije que él robaba dinero. (pero de los demás no he dicho nada)
Yo nunca dije que él robaba dinero. (pero el cómo lo tengo clarísimo y te lo explico al tiro si quieres)
Yo nunca dije que él robaba dinero. (lo pensara en mi fuero interno o no)
Yo nunca dije que él robaba dinero. (pero si hablara, ¡ah miércales!...)
Yo nunca dije que él robaba dinero. (pero anda tanto pelador y chaquetero por ahí...)
¿Yo? nunca dije que él robaba dinero. (pero sé quién sí lo dijo)
¿Pero en definitiva, robaba él dinero? La respuesta es categórica e irrefutable: "depende".
Además... ¿Y quién es él? ¿Cómo es él? ¿A qué dedica el tiempo libre?
No sé si enamoró de ti, pero la última vez que lo vi, salía de tu casa corriendo con el fajo de billetes que guardabas bajo el colchón. En tiempos de crisis no hay inversión segura.
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